El grupo se formó en París en el declive del Britpop y el post-punk. Música para bailar pogueando, una mezcla de dance y rock & roll. Los fundadores, Chema Rentería y Miguel Lerzundi, conspiraron este plan tratando de incendiar un piano en una fiesta universitaria a principios de la década de 2010.

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Ambos habían venido a París persiguiendo proyectos creativos. Desde el centro de la noche llegaron Joy Division, Talking Heads, Franz Ferdinand y otras influencias; lo cual se cristalizó en el lema de la banda: “headbang & dance”. Con ello en mente, establecieron su base de operaciones en un lugar abandonado cerca del Château de Sceaux, al sur de París, donde ensayaban y organizaban happenings incorporando arte visual. Varios músicos talentosos contribuyeron al sonido de Rimac. Charly Lara y Paco Tamarit agregaron sabor español a las guitarras. Jean-Guillaume Birot aportaría líneas de bajo salvajes y pegajosas, Sélim Izrar riffs noise de guitarra y Leo Colomb secciones de bajo inspiradas de Kasabian.

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En la tormenta de conciertos underground, Rimac encontró su formación actual: al lado, de izquierda a derecha, los riffs sólidos de Nick Brown, las vocales de inspiración psicodélica de Miguel, los beats pesados de Susana Pizarro y el bajo contagiante de Paulo Monge. Rimac encarna ademas la energía y las influencias latinas inspiradas por el rio-oráculo de Pachacamac, la ciudad mítica.